miércoles, 6 de noviembre de 2013

N/A: No saben cuanto me alegro ver comentarios en mi primer Original Yaoi, la verdad ¡Muchas Gracias!.
Bueno, leí por ahí que todavía hay confusión con los personajes pero con el tiempo se van acostumbrar, pero de igual manera quería aclararles.

Aclaración de los personajes:

•Fede, Ezequiel, Laura y Sofía eran un grupo de amigos muy unidos hasta que Fede repitió de año dos veces.
•Es el ultimo año escolar de Ezequiel, Sofía y Laura. Por eso Federico esta preocupado, teme que eso lo separe de Ezequiel.
•En el salón de Ezequiel solo hay dos estudiantes varones, él y Elian. Por ello es que Elian se volvió la obsesión de Ezequiel (Cosa que lastima los sentimientos de Federico).
•Federico y Sofía son primos (aunque eso quedo más que obvio xD).
•Elian pertenece a una banda llamada Licuadora Naranja, Fede en ello se cree superior ya que él es un deportista y tal vez así llame más la atención de Ezequiel.

Por ahora solo lo centrare en Ezequiel, Federico y Elian. Igual si agrego más personajes aclarare quien es.

Capitulo 2:

Era el salón B de Arte, esa mañana el profesor había tenido la gran idea de no asistir a su clase alegrando a los estudiantes. Elian, quien miraba perdido la ventana, pensaba en una nueva canción para su banda. Pero pareciese ser que las ideas habían abandonado totalmente su mente quien solo estaba en blanco.
Suspiro derrotado y miro a Laura quien charlaba con las demás muchachas de su salón sobre que nombres podrían ponerle a su bebé si este resultaba ser varón, hizo una ligera mueca al ver a Ezequiel abrazar suavemente a la pelinegra por detrás y acariciar suavemente su hombro.

—¿Y que tal si le ponemos Ezequiel? —había dicho el castaño con una gran sonrisa—Es original, fresco ¡Es perfecto!... —había dicho con entusiasmo, como repuesta solo recibió las negativas de todas sus compañeras.

Ezequiel fingió estar destrozado y con la cabeza baja se acerco hasta Elian y apoyo su cabeza en su hombro en busca de consuelo. El moreno, siguiéndole el juego totalmente, le acaricio su cabellera despeinada y lo atrajo hacia si. Miro casi ofendido a sus compañeras, fingiendo estar molesto con ellas.

—¡Mujeres sin corazón!... —les grito, las jóvenes (N/A:quienes eran alrededor de 18) solo siguieron burlándose de Ezequiel. Obviamente, todo a modo de broma— Ya, ya... No les hagas caso—había dicho Elian mientras lo consolaba.

—Oh, vamos... Pareces mujer despechada—le había acusado Sofía mientras tomaba su bolso negro y se lo llevaba al hombro. Mika, quien era la mejor amiga de la pelirroja, solo sonrió divertida.

La campana nuevamente sonó mostrando el cambio de hora. Las muchachas de ultimo año se fueron marchando, dejando a sus únicos compañeros varones solos en el Salón B de Arte.
Elian, quien distraídamente había estado pensando en su preciada banda, trato de levantarse de su asiento hasta que quedo apresado por dos fuertes brazos. Sorprendido levanto su mirada hasta encontrarse con la mirada chocolate de Ezequiel, esos que tanto le fascinaban.
Ezequiel sonrió sintiéndose superior y sin preguntarle ni decirle nada, se aventó  hacia los labios del moreno. Reclamándolos como suyo, Elian no pudo evitar gemir de sorpresa. Ezequiel le tomo de su cintura y le obligo a retroceder hasta golpearse la pared detrás suyo. Debido al golpe Elian abrió su boca ligeramente y Ezequiel aprovecho para meter su lengua, explorando su cavidad. Esta vez, el moreno gimió de excitación, llevo sus manos hasta el cabello del castaño y enredo sus dedos en el. Pero rápidamente Ezequiel se alejo ligeramente de él para llevar su caliente boca hacia su cuello descubierto y empezar a morderlo. Elian sentía que su cabeza daba vueltas.

¿Qué le ocurría a Ezequiel? No lo entendía, pero tampoco quería que este parase.

De pronto sus labios ya no estaban y Ezequiel se había separado como si nada de él, lo vio tomar su mochila deportiva y abandonar el salón como si nunca hubiese pasado nada allí. Elian sentía que hiperventilaba y que tenia más calor que antes, sabia que había sido una locura lo recién ocurrido. Que nunca se hubiese imaginado aquello, ni lo hubiese buscado él mismo... Pero le gusto y deseaba repetirlo. Ezequiel no le era indiferente, pues el castaño era bastante atractivo y peligroso. Una buena combinación para su gusto, simplemente perfecto. Pero aun sentía que era muy pronto para jugar a excitarse en lugares públicos como una escuela.

 Pero se notaba que así era Ezequiel, puro instinto. Que si algo le llamaba la atención, no pararía hasta hacerse con ello. Y para su mala, o suerte, fortuna, su atención estaba puesta en él y él no iba a desperdiciar la oportunidad.

[...]

Federico caminaba hacia la cafetería, moría de hambre y su cerebro quería descansar después de dos horas de intensa charla sobre Química. Parecía ser que el profesor necesitaba buen sexo para que dejase de ser tan amargado.
El rubio iba tan metido en sus pensamientos que nunca vio a cierto castaño e inesperadamente choco contra él. Ezequiel, quien había estado parado en mitad del pasillo, giro su mirada chocolate dispuesto a golpear al idiota que se había chocado contra él hasta que vio la pequeña figura de Fede.

—Claro, ahora te chocas contra mi para llamar mi atención... Que dulce eres—dijo Ezequiel mientras fingía estar meloso y acercaba su rostro al rubio.

Fede negó divertido y sonrió coqueto.

—Yo no era el idiota que estaba parado en mitad del pasillo de la escuela... —Fede comenzó a caminar siendo seguido de Ezequiel— Que... Raro verte sin Elian ¿Acaso él tenia otros planes para el almuerzo? —había dicho dudoso, no era cosa suya sacar tema sobre Elian en presencia de Ezequiel.

El castaño se encogió de hombros y sonrió con esa sonrisa que Fede solo conocía cuando su mejor amigo había pasado una noche de sexo salvaje con algún amante de turno. Sintió su corazón paralizarse ¿Ezequiel no seria capaz de eso en la escuela, verdad?. Trago duro y fingió sonreír en reproche, aunque por dentro se estuviese muriendo.

—¿Creo que este no es el lugar para tus actividades, no? —pregunto mientras apretaba su mochila, que colgaba de su hombro derecho, con fuerza. Ezequiel no había notado aquello y simplemente sonrió.

—Que mal piensas de mi, Fede —dijo el castaño mientras se llevaba una mano al corazón— No hice  nada de lo que piensas, pero no por ello aproveche el momento que se me daba... —aclaro, eso no había puesto mejor al rubio.

Fede bajo su mirada, puede que Ezequiel no haya pasado a mayores a causa de que estaban en la escuela y algún profesor o prefector pudieran verlos, pero eso no decía que no hayan pasado a más que unos simples besos y conociendo perfectamente a su mejor amigo, sabia que no había sido un simple beso. Suspiro con desgano, a veces odiaba tanto saber de Ezequiel.